Por esta razón el embarazo, etapa importante en la vida de la mujer debe estar acompañado de una práctica saludable y armoniosa donde el movimiento corporal integra tanto física como emocionalmente a la madre con su bebé.
Durante mi embarazo viví en cuerpo, mente y alma los beneficios de practicar danza, yoga y pilates.
Me resultó muy natural pues soy bailarina y profesora de estas disciplinas y antes en mis cursos tuve algunas alumnas que quedaron embarazadas y tuve que adaptar algunos ejercicios a sus necesidades con forme se iba acercando el momento culminante del parto.
Fue en esta época, año 2004 al 2005 cuando nació mi hija, que empecé a estudiar más profundamente el tema de los cambios corporales y emocionales que suceden en esta etapa y como afectan al cuerpo y a la psiquis de la mujer.
Como psicóloga me interesé mucho por el tema del desarrollo del vínculo afectivo entre la madre y su bebé y como podemos aprovechar el tiempo de la gestación para empezar a formar lazos que beneficien a ambos en los aspectos cognitivos, corporales y afectivos de la vida de la madre y del futuro desarrollo del bebé.
Cada etapa del embarazo se caracteriza por distintos cambios a nivel estructural óseo, muscular, circulatorio y hormonal. Estos cambios afectan el estado de ánimo de la madre que pasa por toda una gama de emociones muchas veces contradictorias, pero que son características fundamentales de nuestro ser seres humanos.
La terapia de movimiento prenatal toma elementos de distintas técnicas o terapias de movimiento para acompañar desde el movimiento corporal fluido y armónico al bebé en su crecimiento.
Conectando desde el cuerpo con las emociones ayudamos a la madre a reconocer las sensaciones que van cambiando y como las molestias se pueden aliviar con la respiración y la práctica de diversas posturas o Asanas de Yoga.
El uso de aparatos como pelotas, cojines, aros y rollos terapéuticos cumplen la función de soportes externos al cuerpo de la mujer que sostienen la estructura permitiendo la relajación mental, a la vez que se desarrolla la fuerza y la flexibilidad muscular necesarias para el trabajo de parto, pero que durante el embarazo ayudan a aliviar dolores lumbares, torácicos, cervicales y de las extremidades.
La práctica de breves secuencias de movimientos adaptados de la danza sirven para desarrollar la fluidez del movimiento corporal, y aprender un lenguaje sin palabras que nos conecta de forma inconsciente con el bebé. Es el lenguaje de la emociones y de los símbolos, es el lenguaje pre verbal que los bebés y los niños pequeños conocen mejor y con el cual se sienten identificados.
El desarrollo de estas cualidades de movimiento nos remonta a nuestra propia infancia a nuestros primeros recuerdos y a nuestras primeras emociones. Esto le permite a la madre reconocer sus emociones y reconciliarse con los aspectos primitivos de su vida que no hayan sido sanados antes, para facilitar la crianza del bebé.
Como cada mujer es única y diferente, cada embarazo lo es también, por eso en las sesiones de terapia de movimiento prenatal trabajamos con grupos pequeños, donde cada una pueda practicar según sus necesidades y la etapa del embarazo en la que se encuentra.
Comparto algunas imágenes de sesiones de Terapia de Movimiento Prenatal en Atmósfera.
El Trapecio o Unidad de Pared es uno de los aparatos diseñados por Joseph Pilates para aliviar los dolores de espalda y ayudar a desarrollar fuerza y flexibilidad en espalda y brazos
Descansar de espaldas sobre la pelotas ayuda a aliviar la presión en la zona del tórax. Muchas veces el bebé presiona dentro del espacio costal generando dolores a la madre que se alivian al expandir la caja torácica y el diafragma acompañando a la postura con el movimiento de la respiración.
Descansar con las piernas en alto contra la pared ya sea sobre un cojín en el piso o encima de la pelota alivia los dolores de piernas, la presión sanguínea y previene la formación de varices. Además relaja la mente y facilita la respiración.
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